Solidez, compromiso y competitividad ante el TLC

Desde los principios de la negociación, los bandos políticos implicados, los grupos sociales que tomaron participación en el CAFTA, los diversos aspectos incluídos en la negociación como aquellos excluídos, hasta las consecuencias que hoy son evidentes en nuestro país y el resto de países ante tratados de comercio con Estados Unidos, además de las proyecciones a corto y largo plazo que implica dicha negociación, son discutidas en este genial documental de carácter intelectual internacional que podrán observar al final de esta lectura.

La reproducción de este video toma aproximadamente 45 minutos, así que le recomiendo que tome su tiempo y atención para observarlo y razonarlo según su propio juicio. Dentro de todo razonamiento deben tomarse en cuenta los contextos en los cuales se ubica cierto conflicto o tema por tratar, así como analizar cada aspecto implicado, y no de forma independiente, sino de forma correlacionada, pues en las naciones cada aspecto influyente coexiste por la interdependencia de estos, de forma que se consoliden las bases que solidifican a dicha nación.

Si bien es cierto, los costarricenses solemos tener una visión limitada al considerar los aspectos que cercanamente nos afectan, siempre siendo aspectos que son únicamente analizados y valorados tomando como contexto a Costa Rica, no un contexto global internacionalizado, debido a que usualmente el costarricense no está acostumbrado a percibir cómo explícitamente su economía y calidad social dependen del comportamiento y estado de la economía y política exterior, principalmente porque el estado costarricense actual se encarga de regular y administrar las entidades mas importantes para la sostenibilidad del país, que les garantizan el acceso a los servicios, la educación, la salud, el seguro social y el respaldo estatal, que son los principales aspectos que cantifican la calidad de vida y respaldo en una patria democrática.

Vale la pena mencionar que, la apertura ofrecida a la empresa privada suele generar competitividad y mejorar la administración de las entidades estatales que regulan los aspectos importantes que mencioné anteriormente, a saberla Caja Costarricense del Seguro Social, el Instituto Nacional de Seguros, las Universidades Estatales, el Instituto Costarricense de Electricidad, los Bancos Estatales, para mencionar las más relevantes. ¿Pero qué significa esta competitividad?

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La competitividad con la empresa privada tiende a que las entidades estatales caigan en el mismo juego de la empresa privada, compitiendo contra sus servicios en aspectos como costo, alcance y calidad. Aunque de entrada suene beneficioso, caer en este juego aisla a las entidades nacionales de los objetivos esenciales que deben servir, el ciudadano. Cuando en Costa Rica se dió la apertura a la banca privada, no se puede dudar que los bancos estatales intentaron inmediatamente competir contra la banca privada con el fin de preservar sus servicios; sin embargo a qué costo? Pues bien, el crédito al ciudadano para fortalecer la inversión y producción costarricense como estado unificado se vió gravemente afectado, en la actualidad es difícil para los emprendedores y actuales pequeñas y medianas empresas en crecimiento ser subsidiadas o financiadas por el estado, que si no cabe la menor duda, indirectamente el estado se está colocando una soga en el cuello solito, puesto que está limitando la inversión y producción interna de Costa Rica que cuantifica al producto interno bruto del país (PIB), el cual es el índice más valioso, pues es el que define el valor mismo del país, reduciendo dicho índice y desvalorizandonos como nación.

La economía estadounidense, que si comparamos su PIB con el del estado costarricense, estamos hablando que el PIB de Costa Rica está por debajo del 1% del PIB de Estados Unidos. Con esta potencial economía y las políticas estadounidenses, Estados Unidos suple las necesidades esenciales de su nación brindando subsidios a sus empresas, de este modo mejoran la producción interna, fortalecen la exportación a otros países con el excedente de la producción, y apoyan del mismo modo a sus empresas para que se instalen en otras naciones y absorban la producción del país firmante para su propio beneficio. Esto es lo que yo llamaría absorción y colonización mercantil. A corto o largo plazo, las naciones firmantes de tratados con Estados Unidos se vuelven dependientes de la importación de servicios y productos estadounidenses y de la misma industria estadounidense implantada en la región, causando que la nación firmante sea absorbida y usada como un objeto puramente de lucro, dejando a esta nación aislada de la solidez y de los objetivos primordiales que garantizan la calidad de vida de sus ciudadanos.

La estabilidad costarricense no está en calidades de enfrentarse a un tratado de libre comercio donde entran en juego legislaciones y aspectos que comprometen a las entidades que son la base del sistema nacional, como órganos vitales que sustentan la calidad de vida y solidez nacional, más aún cuando se intenta competir con el país más poderoso y ambicioso del mundo, donde se ha visto claramente, que Estados Unidos deja en ruina la integridad y sostenibilidad de los países con los cuales ha firmado acuerdos comerciales. Usted puede dar seguimiento a las controversias y estado de los tratados de Estados Unidos con el resto del mundo a través de uno de los enlaces en la categoría «TLC» de este blog: Bilaterals.org

Lamentablemente, el costarricense permanece en una visión aún muy cerrada de considerar a la nación como la «Suiza centroamericana», que le hace pensar que el país es altamente competitivo para enfrentarse al poderoso mercado y control estadounidense de un mejor modo que los otros países que ya ratificaron el CAFTA, sin embargo esta incredulidad de pensar que un país tercermundista en vías de desarrollo interno podrá hacer frente a los Estados Unidos y mantenerse íntegro y sólido otorgando a sus ciudadanos lo mejor para ellos, lo pone en una situación altamente cuestionable.

Si bien es cierto el estado costarricense podría amortizar el impacto de este tratado quizá más que los países donde ha sido ratificado, pero no lo excluye de ser fuertemente golpeado en un futuro no muy lejano. Debe de entenderse que Costa Rica es un país en crecimiento, que debe promover mejor aún su competitividad, la administración pública y fortalecer la producción interna. Se vuelve también una cuestión cultural y de madurez, de mejora continua, innovación y cambio con el propósito de prepararse y asumir apropiadamente la responsabilidad para poner en marcha y hacer frente a un tratado tan voluminoso y crítico que inclusive trae consigo una agenda de implementación complementaria que viene a cambiar nuestra legislación, sin la cual no podría ratificarse dicho tratado en cuestión. Todo esto siempre y cuando sea entorno al objetivo principal de una patria democrática: brindar los mejores beneficios a los ciudadanos, mediante una íntegra solidez estatal que los respalde.

En Estados Unidos ha habido fuerte oposición contra los tratados de libre comercio, al menos contra el modelo que actualmente se implementó años atrás con otros países y ahora con el CAFTA que estamos enfrentando, debido a que la experiencia misma ha demostrado que los resultados no son los mas apropiados para (ver esta declaración por ejemplo, entre muchas otras). Los TLC están causando obstáculos para el desarrollo y en un inicio el partido demócrata nos los aprobaba, y ahora los mismos republicanos tienden a abandonar este modelo.

En algún momento tuve la oportunidad de conversar con David Edeli, economista estadounidense que me dejó en claro el comportamiento político y sistemático de como Estados Unidos desarrolla los TLC, y que hace poco muestra como Costa Rica podría formar parte de un nuevo modelo de desarrollo económico si rechaza el CAFTA, puesto que el mismo Estados Unidos estaría dispuesto a renegociar fuera de la administración actual, bajo los nuevos régimenes estadounidenses, que se oponen en su mayoría a los TLC actuales que ambicia el presidente Bush, incluyendo a demócratas y republicanos.

Ahora sí, el documental del que les hablé en un principio, y continúe informándose, que la mejora empieza conscientizándonos primero como ciudadanos en la nación donde vivimos y luego con respecto al resto del mundo: